Joe Barcala
20 de noviembre
Cómo duele hoy, hoy te extraño más que nunca, y no estas aquí, lentamente hoy, me va causando tanto daño, que no se vivir.
Y se me va la voz, si no tengo tus ojos, y no siento el calor, si esas noches no son mías, y no estoy junto a ti, la razón para vivir, de rodillas, de rodillas junto a ti.
Y se me va la voz, pensando que te has ido mujer, y no siento el calor, el calor de lo prohibido, y entrégamelo todo, que todavía llevo dentro, la razón de ese recuerdo.
na na na na...
En una noche fría, buscando tu saliva, una brisa que libera, refresca el corazón, enséñame la vida, porque contigo estoy dispuesto, a la razón y al corazón.
Y se me va la voz, si no tengo tus ojos...
Y se me va la voz, pensando que te has ido mujer...
Enséñame a vivir, pensando que te has ido mujer, y no estoy junto a ti, el sabor de lo prohibido, y entrégamelo todo, que todavía llevo dentro, la razón de este recuerdo.
ANÁLISIS: Esta historia podría leerse una y otra vez tratando de comprender lo que sucede en esta pareja. Esa confusión se debe a un efecto causado por el subjetivismo moderno que deja fluir los pensamientos conforme surgen en la conciencia, no se le da importancia al orden temporal, sólo expone los sentimientos y las sensaciones del protagonista, su estructura refleja caos mental delirante. Por eso se repite tanto, como esa llamada "comezón cerebral" que uno no puede quitarse de la cabeza una canción. Algunas cosas son simplemente exageradas y no se tiene un interés por la puntuación, a veces escasa, a veces continua, porque así son las ideas en la cabeza, van fluyendo, y especialmente cuando una persona está desesperada, necesitada de cariño, extrañando a un amor como es el caso de esta historia.
Joe Barcala
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