Joe Barcala
12 de noviembre
Con la intención de refinar el lenguaje, el estilo, los escritores usan las figuras retóricas que causan efectos tanto emotivos, detallistas, repetitivos y más. Hay miles, incluso Helena Beristain nos hizo entrega de su Diccionario de Retórica y Poética. Conozcamos algunos empezando por los más recurrentes.
Comparación: uso del como: Tus orejas como de elefante.
Metáfora: Orejas de elefante.
Sinécdoque: Ahí viene el "orejas" (una parte como si fuera el todo)
Retruécano: No es las orejas grandes del joven, sino el joven de las grandes orejas. (Repetir la oración en orden inverso).
Oxímoron: Orejas sordas (contradicción), o: instante eterno.
Hipérbaton: De grandes orejas está hecho el tipo (desorden o voz pasiva).
Jitanjáfora: orejas perplejas que dejas en las cejas (pierde sentido pero tiene sonoridad agradable, aquí también se ejemplifica la rima pero debería ser por versos).
La idea es el juego del lenguaje con fines estéticos. No sólo existen en los poemas, se usan en todo el mundo literario, incluso en las frases de los autores: Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una (Francisco de Quevedo).
Joe Barcala
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