Joe Barcala compartió un enlace.
La Iglesia Católica es poderosísima, aunque el nuevo papa quiere cambiar de estrategia, indicando con acciones mediáticas que se debe ensalzar la pobreza y humildad, desde la elección de su nombre, abrazando a los enfermos, castigando a los sacerdotes millonarios, abriendo las cuentas públicas de su banco, etc., eso no le resta ni poder, ni influencia, ni riqueza.
Prefiero, definitivamente a este papa más que al anterior, pero en esta imagen no veo la diferencia. Ni es clara tampoco la estrategia de convencimiento; lo va a lograr porque tiene a cientos de miles de promotores cada domingo insistiendo en ello. Eso es mercadotecnia clara.
Diríamos que si lo logra tendrá éxito. Pero no está en duda, su poder y alcance le garantizan el éxito. Ese es el tipo de poder que evidenciamos aquí. Cuando hay hombres por encima de los hombres, pierden el derecho a hablar de libertad.
Si pensamos mal, diríamos que. como en las mafias, algo turbio hay aquí. ¿Quién me impide pensarlo? Sabemos que a lo largo de la historia ha habido incluso asesinatos de pontífices por asuntos de poder.
Si eso pasa en la iglesia, ¿qué podemos esperar de los gobiernos y organismos internacionales? Ojalá no tuviéramos que pensar mal, pero el idealismo es lo que nos ha llevado al exceso de confianza en los enormes cotos de poder que se han creado.
Prefiero, definitivamente a este papa más que al anterior, pero en esta imagen no veo la diferencia. Ni es clara tampoco la estrategia de convencimiento; lo va a lograr porque tiene a cientos de miles de promotores cada domingo insistiendo en ello. Eso es mercadotecnia clara.
Diríamos que si lo logra tendrá éxito. Pero no está en duda, su poder y alcance le garantizan el éxito. Ese es el tipo de poder que evidenciamos aquí. Cuando hay hombres por encima de los hombres, pierden el derecho a hablar de libertad.
Si pensamos mal, diríamos que. como en las mafias, algo turbio hay aquí. ¿Quién me impide pensarlo? Sabemos que a lo largo de la historia ha habido incluso asesinatos de pontífices por asuntos de poder.
Si eso pasa en la iglesia, ¿qué podemos esperar de los gobiernos y organismos internacionales? Ojalá no tuviéramos que pensar mal, pero el idealismo es lo que nos ha llevado al exceso de confianza en los enormes cotos de poder que se han creado.
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